Guatemala tiene una interesante historia en el cultivo de café que comenzó en la segunda mitad del siglo XVII. Es un país que ocupa el segundo lugar de productores de Arábica en América Central y en el que alrededor del 90% de todos sus cultivos de arábica crecen en una altitud de más de 1300 metros sobre el nivel del mar.
La conexión del país con el Océano Pacífico y con el Mar Caribe, así como su impresionante orografía con las montañas, los volcanes, lagos y sus bosques tropicales forman más de 300 zonas microclimáticas en 8 regiones cafetaleras de Guatemala: Acatenango, Antigua, San Marcos, Huehuetenango, Atitlán, Cobán, Oriente y Fraijanes. Este clima tan impresionantemente diverso permite cultivar docenas de diferentes variedades del café, que en combinación con otras variables como los procesos nos abre un mundo ilimitado de sabores de café.
La Finca del Platanillo pertenece a la familia Coto desde el año 1977 en el que Samuel la compró. En 1985 éste cedió la administración a su hijo Stuardo y se comenzó desde entonces la atención hacia la calidad, la productividad con conciencia social y el cuidado del medio ambiente.
Dos años atrás comenzamos desde el departamento de I+D a realizar la experimentación en esta finca tan especial y este año nos desplazamos hasta ella para actualizar las recetas y agregar otras nuevas desarrolladas por el departamento I+D. Este es el tercer año de nuestra colaboración, un momento perfecto para dar un paso más hacia un café más complejo e interesante.
También agregamos una nueva ubicación en la región de Freijanes, la Finca de Los Conejos, ubicada a una altitud de 1600 metros.
Este año, se implementaron 6 procesos en la Finca El Platanillo, para cada uno de ellos se utilizó la variedad icatu:
En la Finca de Los Conejos, se lanzaron 2 experimentos utilizando la variedad catuai: